La soledad se a roto en innumerables pedazos
el sol que algún día fue negro hoy vuelve a ser radiante
nada valía la pena a veces ni siquiera la vida misma
mis piernas eran quebradizas
no podía caminar bajo este cielo de fuego
pero a mi llegaste cuando menos esperaba encontrarte
secaste las lagrimas secas que algún día corrieron por
mi rostro herido
acariciaste de mi ser de tal manera
que al verte estremeciste mi ser destrozado
y curaste este ser maldito
que no veía otra cosa que no fuera muerte
Marcus (Vecnost Cariad)